-DESARROLLO PSICOMOTRIZ
-DESARROLLO EMOCIONAL-DESARROLLO COGNITIVO
Para la correcta evolución global del niño hay que atender tres aspectos: el desarrollo físico, el emocional y el mental.
Podemos decir que nuestro Sistema Nervioso Central está formado por “tres cerebros” y a lo largo del desarrollo tienen que llegar a evolucionar y unificar todas sus funciones con armonía.
En la medida que se vayan activando las diferentes funciones cerebrales participarán con su aportación específica en el todo. Cuánto más armónica sea la aportación de cada estructura tanto más equilibrada será la dinámica global.
La presencia de una alteración funcional, en uno o en varios sectores, provocará, si el resto del sistema no es capaz de recanalizar la distorsión, la presencia del trastorno del desarrollo.
El primer cerebro está formado por el tronco cerebral (médula, puente y bulbo raquídeo) y el cerebelo. Se activa en la etapa uterina a través de movimientos reflejos, que le prepararán para su primera gran prueba, el parto.
La correcta armonía en la ejecución de los movimientos permitirá que las otras estructuras cerebrales, las que organizan lo emocional y lo mental, se vayan activando con buen equilibrio.Por el contrario, si los movimientos no están bien coordinados (niño torpe), la correcta evolución se verá limitada. El desarrollo futuro, en todas las áreas, se verá alterado por la mala estructura de las bases.
Hay que tener presente que de la calidad del movimiento de todo el cuerpo (motricidad protopática) parte la eficacia de otros movimientos más precisos (motricidad epicrítica). Si la coordinación motora de todo el cuerpo es poco armónica pueden aparecer alteraciones en la calidad de la pronunciación, en la eficacia de los movimientos oculares y en la motricidad manual (mala grafía).
El mundo emocional está regido por el segundo cerebro, formado por el Sistema Límbico, en el que encontramos las siguientes estructuras: amígdala, tálamo, hipotálamo, hipocampo y glándula pineal.
En esta parte del cerebro humano se perciben y canalizan las emociones. Es importante que los estímulos emocionales lleguen con una intensidad adecuada a la capacidad de las neuronas. En la medida que el Sistema Nervioso va madurando va teniendo mayor capacidad para integrar los estímulos emocionales. Cerebros muy sensibles o estímulos muy intensos pueden generar distorsiones que repercutirán directamente en la construcción de la afectividad de la persona.
Por último el Córtex y el Neocórtex constituyen el cerebro más evolucionado, el que nos permite razonar, pensar y ser conscientes de nosotros mismos.La buena armonía funcional de las estructuras cerebrales, en cada una de las etapas evolutivas, permitirá que se vayan integrando con eficacia los aprendizajes y los conocimientos.
Nuestra labor, ante un trastorno del desarrollo, se basa en diagnosticar cual es la estructura cerebral que está más alterada, como repercute en el resto de las áreas o núcleos cerebrales y cual es el tratamiento que puede permitir equilibrar con mayor rapidez la alteración del desarrollo.